Con décadas de historia y una clientela fiel que lo considera parte del paisaje gastronómico de la ciudad, Juracha ha ido año tras año aumentando su oferta de pinchos y tapas, siempre desde la tradición y la calidad y priorizando el producto de mercado hecho al momento y de forma continua.
Pero su evolución no solo se refleja en el sabor y variedad de sus pinchos y tapas, sino en la forma en que ahora se preparan. En un espacio reducido donde cada centímetro cuenta, y con un equipo de cocina formado por mujeres de edad avanzada, la ergonomía y la eficiencia se han convertido en pilares fundamentales.
La incorporación de la tecnología de Rational de última generación en su cocina ha marcado un antes y un después. En concreto, utilizan un iCombi Pro XS y una iVario Pro 2-XS, equipos que permiten cocinar con precisión, seguridad y rapidez, que les han permitido reducir el esfuerzo físico y optimizar cada proceso sin perder la esencia de la cocina casera.
Gracias a esta apuesta tecnológica, Jurucha ha logrado mantener su identidad mientras se adapta a los nuevos tiempos. Lo que antes requería horas de preparación y esfuerzo manual, hoy se realiza con una combinación perfecta de tradición y automatización. El resultado: pinchos y tapas con el sabor de siempre, pero con una ejecución moderna que garantiza la calidad constante y un servicio ágil.
Formación y apoyo en todo el proceso
Podría parecer difícil para un bar tradicional como Jurucha dar el salto hacia la tecnología y dejar atrás los métodos de cocina más convencionales. Pero este cambio radical ha sido posible gracias al acompañamiento constante de Rational, desde la formación inicial impartida por sus chefs hasta el soporte continuo durante todo el proceso de adaptación. De esta forma,Jurucha no ha perdido su esencia, si no que la ha reforzado con herramientas que respetan su historia y tradición.
"Contamos con el apoyo de un chef de Rational, que nos enseñó cómo funcionaban los equipos y cómo programarlos. El servicio post-venta ha funcionado perfectamente, cada vez que les llamamos acuden a nosotras", comenta Inmaculada Lanza, gerente y propietaria del bar. "Tenemos más beneficios que dificultades, nos hemos adaptado muy bien a pesar de nuestra edad. Nunca volveríamos atrás ni a la cocina de antes", concluye.




