Convertir un apartamento de apenas 40 metros cuadrados en un alojamiento turístico optimizado, estético y altamente funcional ha sido el reto asumido por el estudio Reondo, que con la reforma integral de este mini piso en el centro de Vejer de la Frontera ha logrado revalorizar activos compactos mediante diseño estratégico, adaptado a las necesidades del viajero contemporáneo.
Esta vivienda, destinada al alquiler de corta estancia, demuestra que el tamaño no limita la creatividad. La planta original y con barreras funcionales, ha paso ahora a convertirse en un apartamento con dos dormitorios completos, cocina integrada, almacenamiento inteligente y un baño.
Para ello, los especialistas han empleado varios recursos para aprovechar el espacio comola sustitución de puertas abatibles por puertas correderas o el diseño de mobiliario a medida con algunos elementos que se camuflan cuando son innecesarios o que tienen una doble función.
Una nueva zona de día colorida y funcional
La nueva zona de día parte de un espacio abierto con una base en blanco roto. Un elemento importante es una gran pared de almacenaje, dividida por la zona de acceso, realizada a medida con armarios en blanco. A un lado, hace las veces de mobiliario de cocina y camufla los electrodomésticos grandes como el frigorífico y la lavadora; al otro lado, además de tener baldas en los laterales para libros y objetos, así como distintos armarios para ordenación, también sirve como espacio para esconder la mesa de comedor y un par de pufs cuando no se utilizan.
Un recurso especialmente distintivo en este módulo es la incorporación de un arco de medio punto en la parte central, resuelto con un espejo. Este gesto rompe la linealidad del frente y aporta una ilusión óptica que amplía visualmente el espacio. El espejo no solo multiplica la luz natural, sino que genera la sensación de estar frente a una ventana, aportando profundidad y un toque poético al conjunto.
La base neutra en blanco roto armoniza con el pavimento original de mármol crema, que se anima con telas de rayas de vivos colores: azules, amarillos, marrones y con las obras pictóricas.
Lenguaje mediterráneo y mobiliario a medida
En sintonía con la estética general de la vivienda, los dos dormitorios dialogan con el lenguaje mediterráneo de la casa. El mobiliario, diseñado a medida, logra optimizar al máximo el espacio sin renunciar a la sensación de amplitud, con armarios blancos de líneas limpias y sin tiradores, que refuerzan la sensación de serenidad y orden.
El baño destaca por su carácter gráfico y fresco, gracias al uso de un mosaico en damero blanco y azul que se extiende tanto por el pavimento —incluida la ducha— como en el revestimiento de la zona del lavamanos. Este patrón dinámico contrasta con la sobriedad de las paredes y armarios lisos en blanco, generando un efecto óptico que amplía visualmente el espacio. El resultado es un ambiente luminoso y desenfadado, en sintonía con el espíritu alegre y relajado que define toda la vivienda.
Optimización del espacio + diseño emocional = rentabilidad diferenciada
El lenguaje estético —ligado al estilo de vida del sur, con acentos en terrazo, textiles de rayas y detalles cerámicos— refuerza la experiencia del huésped. La estrategia visual y funcional está pensada para competir en un mercado saturado, donde el diseño se ha convertido en una palanca de diferenciación clave para lograr ocupaciones sostenidas y valoraciones altas.
La intervención no solo aumenta el valor del inmueble en términos de mercado, sino que también lo convierte en un producto premium de alta rotación en plataformas de alquiler vacacional, gracias a su diseño atractivo, su funcionalidad, y su identidad mediterránea. Para grandes tenedores o promotores de turismo boutique, este proyecto abre un camino hacia la transformación rentable de pequeños activos con bajo rendimiento actual.