Cerveza Mica ha diseñado el primer expositor biodegradable para cerveza a partir del bagazo –el grano sobrante con el que se elabora (con la malta de cebada) que utiliza la marca. Además, este bagazo también se dona a pastores de la zona, que usan para hacer pan de bagazo en panificadoras locales o como biocompost para su plantación experimental de lúpulo.
Ya hay bares y restaurantes donde se han distribuido estas piezas de bagazo biodegradable, en los que se está analizando el impacto que genera tanto a consumidores como a los propios clientes de hostelería.
Estos avances en sostenibilidad están enmarcados en el proyecto europeo Biosuppack, en el que trabaja junto a 16 empresas de la UE, y que tiene una duración de 4 años. El objetivo de a iniciativa es ofrecer soluciones de envasado de base biológica versátiles y competitivas para su uso en los sectores de alimentos, cosméticos, cuidado del hogar y bebidas, así como establecer una nueva cadena de valor que incluya el desarrollo de la logística y la gestión de residuos tanto de cervecerías como de envases.
Las piezas de bagazo biodegradable de este proyecto se están distribuyendo en bares y restaurantes con el fin, entre otros, de conocer el impacto que genera tanto a consumidores como a los propios clientes de hostelería.
En palabras de Juan Cereijo, fundador de Cerveza Mica, "el esfuerzo de una pequeña PYME como Cerveza Mica para generar todo este impacto positivo es muy relevante para las zonas rurales y para la sociedad. Además, colaborar con los partners europeos crea un trabajo en equipo muy enriquecedor. Lo que esperamos es que se cree un cambio sistémico en las empresas a través de ejemplos como el nuestro”.
Lo hace de la mano de Pascual Innoventures, socio de Cerveza Mica, que acompaña a la marca en todo este proceso que genera un cambio muy relevante en el sector alimentario.
La innovación como motor de cambio
Pascual Innoventures y Cerveza Mica han abierto este año la primera cervecería artesanal de Madrid, Mendrugo, que usa el pan, que no se ha vendido en el día, para elaborar sus cervezas; fomentando la lucha contra el desperdicio alimentario y la economía circular.
Con un diseño moderno de “Taproom”, los amantes de esta bebida podrán degustar 12 tipos de cerveza fresca en barril, todas de elaboración propia, bajo el lema “No tenemos desperdicio”.
El establecimiento está ubicado en el número 13 de la conocida calle Campoamor, una zona céntrica de Madrid que se está convirtiendo en uno de los ejes gastronómicos de la capital.
Un establecimiento que ya ha conseguido el galardón, en la categoría «Mejor campaña de comunicación de RSC de contenido medioambiental», de los Premios Medialuna OCARE 2025.