En un contexto marcado por la incertidumbre global, la inflación y la presión sobre el coste de la vida, los consumidores europeos no dejan de acudir a bares, restaurantes y servicios de comida a domicilio, pero lo hacen con un enfoque distinto: buscan confort emocional, control del gasto y experiencias que aporten bienestar.
Así lo constata el nuevo informe “Come Juega Ama” de Circana, que analiza las tendencias de consumo en Europa en sectores como alimentación, foodservice, belleza y ocio.
El auge de la snackificación también impacta en la hostelería
Una de las tendencias más destacadas en el ámbito de la restauración es el auge de las comidas tipo snack, que ya no se limitan a momentos entre horas, sino que sustituyen o complementan comidas principales. Según Circana, el 13 % de los europeos afirma consumir snacks en lugar de una comida completa, y el 28 % los combina con ella. En el canal horeca, este tipo de consumo ha crecido un 4,5 %, generando un volumen de negocio de 64.000 millones de euros si se suman las ventas en retail.
Esta tendencia representa una oportunidad clara para bares, cafeterías y locales de restauración informal que apuesten por menús flexibles, rápidos y emocionalmente reconfortantes.
Delivery inteligente: menos gasto, mismo disfrute
El informe también destaca el crecimiento sostenido de la comida a domicilio, que ha pasado de 26.000 millones de euros en 2023 a 29.000 millones en 2024, a pesar del contexto económico. El modelo que gana terreno es el del "delivery híbrido", donde el cliente combina el plato principal encargado con otros complementos comprados en tienda, como postres, bebidas o entrantes, creando una experiencia gastronómica completa en casa pero a menor coste.
Esto redefine la relación entre hostelería y retail, obligando a los restaurantes a adaptar su oferta y mejorar la calidad percibida del servicio a domicilio para mantener su relevancia.
Más sostenibilidad y ahorro: la nueva cultura del “tupper”
Otra práctica al alza es la de llevarse las sobras a casa tras una comida fuera, ya habitual para un 20 % de los clientes europeos. Esta acción, motivada por razones económicas, también está vinculada al compromiso con la reducción del desperdicio alimentario, lo que los consumidores perciben como un gesto de responsabilidad.
Además, un 19 % de los comensales desearía que los excedentes se donaran a organizaciones benéficas. Esta tendencia ofrece a los restaurantes una oportunidad para fidelizar al cliente reforzando su imagen sostenible y práctica.
Hostelería y bienestar: el nuevo binomio emocional
"Los consumidores están redefiniendo el valor de la experiencia gastronómica: no se trata solo de comer, sino de sentirse bien, controlar el gasto y disfrutar sin culpa", destaca Edurne Uranga, vicepresidenta de Foodservice Europe en Circana. La clave para los profesionales del sector estará en adaptarse a este nuevo consumidor, selectivo pero indulgente, que busca placer, funcionalidad y una narrativa emocional detrás de cada elección.