El sector de la hostelería en España avanza hacia prácticas más sostenibles en el servicio de comida para llevar, pero aún enfrenta importantes desafíos. Así lo indica el informe “La sostenibilidad en los envases para take away”, elaborado por Envapro y FACYRE, que recoge las respuestas de más de 10.000 profesionales del sector.
Según el estudio, el 51,4% de los establecimientos ha cambiado sus envases en los últimos dos años con el objetivo de ser más sostenibles, priorizando materiales como el cartón, papel y opciones compostables. Sin embargo, el precio sigue siendo el factor más determinante al elegir un envase (58,7%), por delante incluso de la resistencia (53,6%) y muy por encima de la sostenibilidad (30,7%).
"Existe voluntad de cambio, pero el sobrecoste y la falta de información siguen siendo barreras importantes", señala el informe.
Barreras económicas y falta de información
La principal dificultad para adoptar envases sostenibles es su elevado precio (51,4%), seguido de preocupaciones sobre la resistencia de los materiales (19%) y la escasa información disponible (17,3%). Aunque un 55% de los encuestados estaría dispuesto a pagar más por envases sostenibles, la mayoría lo haría solo hasta cierto punto. Un 31% directamente lo considera inviable.
Además, el estudio detecta una notable carencia informativa, tanto entre hosteleros como consumidores. El 72% de los profesionales considera que no hay suficiente educación sobre la correcta gestión de envases desechables, y el 48% afirma que los clientes no tienen claro dónde reciclar cada tipo de envase.
El papel del marco legal
El informe también apunta a un marco normativo poco efectivo. Más del 60% de los encuestados cree que la legislación actual no favorece el cambio hacia envases sostenibles, e incluso puede generar obstáculos. Normativas como el Real Decreto 1055/2022, que impone un impuesto al plástico y exige declarar los envases de servicio, son vistas como una carga más que como un incentivo.
El delivery crece, pero aún representa poco volumen
Casi dos tercios de los establecimientos han incrementado su servicio de delivery en los últimos años, aunque en la mayoría de los casos el impacto económico es limitado: en el 59% de los negocios, representa menos del 10% de la facturación mensual.
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