Carmela Martí Decoración es especialista en crear ambientes únicos para el sector hostelero, donde trabajan de manera directa con tejidos ignífugos. De hecho, la firma parte de la base de que la seguridad supone un valor que también puede vestirse con elegancia.
¿Qué son exactamente los tejidos ignífugos?
Un tejido ignífugo no es un material "que no se quema", sino uno que no propaga el fuego, no genera llama y deja de arder al retirar la fuente de calor. Esta importante propiedad convierte a estos textiles en elementos clave para reducir riesgos en caso de incendio. Y es precisamente por eso que su uso es obligatorio en elementos verticales fijos como cortinas, cabeceros, paneles o estores enrollables en instalaciones públicas.
Sin embargo, no todos los ignífugos son iguales. La gran diferencia radica en la fibra, ya que los tejidos intrínsecamente ignífugos (aquellos cuya propiedad ignífuga forma parte de la hilatura) son mucho más resistentes y duraderos que los que simplemente se han tratado de manera superficial. Estos últimos pueden perder eficacia lavado tras lavado, algo no recomendable en el sector hostelero, que requiere la máxima exigencia y mantenimiento continuo.
La combinación de diseño y funcionalidad
El gran salto en los tejidos ignífugos no solo ha sido técnico, sino también estético. Atrás quedan los tiempos en los que la seguridad limitaba la creatividad. Hoy, la amplia gama de colores, texturas y acabados permite diseñar sin renunciar a la protección.
Además, la innovación no se detiene. Por una parte, el desarrollo de tejidos ignífugos reciclables o fabricados con fibras recicladas está marcando nuevos horizontes en el sector. Por otro lado, ya incorporan otras propiedades y acabados adicionales como tratamientos antibacterianos y antimanchas, ideales para clínicas, residencias y hospitales. También hay tejidos ignífugos resistentes a la luz y al desgaste, como las cortinas aptas para exteriores, que pueden incorporarse a terrazas y a zonas al aire libre de hoteles.
Todo ello sin comprometer sus propiedades de resistencia al fuego, lo que los convierte en soluciones integrales para proyectos que buscan seguridad, durabilidad y sostenibilidad.
Por todo esto, optar por tejidos ignífugos no solo supone cumplir con la normativa, es demostrar compromiso con la seguridad, el diseño responsable y la calidad a largo plazo.
La amplia experiencia de Carmela Martí hace que trabajen con una cuidada selección de tejidos ignífugos que cumplen con los más altos estándares de calidad, pensando en cada detalle del proyecto para que la seguridad sea parte natural del entorno sin olvidar el diseño personalizado que busca cada cliente.




