Aunque el consumo general se mantiene estable, las preferencias de los consumidores europeos en cuanto al consumo de bebidas están cambiando hacia opciones más saludables, funcionales y con bajo contenido alcohólico.
"El consumo de bebidas ya no es solo refrescarse: es una forma de expresión personal, un estimulante del estado de ánimo y un apoyo a los objetivos de estilo de vida", declara Edurne Uranga, vicepresidenta de Foodservice Europe en Circana.
Jóvenes de 18 a 34 años impulsan estas tendencias, optando por tés helados funcionales, chupitos de jengibre, cócteles sin alcohol y refrescos con CBD, bebidas pensadas "para compartir, lucir y disfrutar".
El mercado de alcohol en restaurantes y bares ha disminuido un 6 %, reflejando un cambio hacia estilos de vida más saludables. Por otro lado, las bebidas energéticas y deportivas, aunque minoritarias, crecen un 9 % en consumiciones fuera del hogar, mientras los refrescos inteligentes y sin azúcar ganan protagonismo, incorporando prebióticos, vitaminas y zumos naturales.
"La innovación es clave: las marcas de alcohol se están adaptando hacia opciones con bajo contenido alcohólico o sin alcohol, mientras los refrescos tradicionales entran en espacios del alcohol para crear nuevas experiencias de consumo", afirma Ananda Roy, vicepresidente sénior de Liderazgo Global e Insights Estratégicos de Circana.
El estudio de Circana refleja cómo la hostelería europea está redefiniendo la experiencia de consumo fuera del hogar: la estética, la funcionalidad y el bienestar son ahora determinantes en la oferta de bares, cafeterías y restaurantes.