El turismo español afronta un reto clave: romper la fuerte estacionalidad de su modelo actual, concentrado en los meses de verano, Semana Santa, puentes y Navidad. Esta concentración no solo tensiona la capacidad de los destinos en temporada alta, sino que provoca largos periodos de inactividad el resto del año, afectando directamente a la estabilidad económica y laboral de los operadores turísticos.
El turismo outdoor, entendido como experiencias al aire libre en contacto con la naturaleza —desde deportes de aventura hasta actividades culturales o gastronómicas en entornos rurales—, emerge como solución estratégica para el sector. Según Freedome, plataforma italiana especializada en este campo que acaba de aterrizar en España, más del 60% de los viajeros italianos participa en actividades outdoor fuera de temporada alta, un comportamiento "con enorme potencial" en nuestro país.
Un impacto económico estable y sostenible
Los datos recogidos por Freedome en Italia muestran que las experiencias outdoor generan beneficios que van más allá del entretenimiento:
- Ingresos durante todo el año: al no depender del clima veraniego, estas actividades distribuyen los flujos turísticos en todas las estaciones.
- Impulso a la economía local: más del 63% de las experiencias se combinan con gastronomía o cultura, beneficiando a hostelería, productores y pequeños operadores.
- Colaboración empresarial: el 73,9% de los operadores italianos asegura haber generado nuevas alianzas gracias al turismo outdoor.
"Los datos son claros: el turismo outdoor no solo contribuye a un modelo más sostenible y auténtico, también asegura estabilidad económica y laboral para los territorios. En España vemos un potencial enorme gracias a su diversidad de paisajes y climas, que permiten experiencias durante todo el año", explica Manuel Siclari, cofundador de Freedome.
España, un escenario único para el outdoor
Freedome ha identificado en España experiencias que ya contribuyen a este nuevo modelo turístico, como paseos a caballo en Madrid disponibles todo el año, coasteering en Villajoyosa durante primavera y otoño, parapente en Guadalajara, vías ferratas en los Pirineos o rafting en Murcia. Todas ellas representan alternativas de turismo activo frente al modelo clásico de sol y playa.
Además, el turismo outdoor se posiciona como herramienta contra el overtourism, al redistribuir visitantes hacia destinos rurales y menos conocidos. Ciudades y enclaves españoles ya aplican medidas restrictivas para controlar la masificación, lo que evidencia la necesidad de nuevas fórmulas turísticas que repartan la demanda y aseguren experiencias más auténticas.
Un modelo con futuro
Con más de 500.000 clientes y 2.000 operadores en Italia, Freedome ha desembarcado en España en 2025 con presencia en ocho comunidades autónomas. Su objetivo: profesionalizar y digitalizar el sector outdoor, impulsando la sostenibilidad y el desarrollo local. "Si en Italia Freedome ha generado un impacto económico de más de 15 millones de euros, en España el potencial es similar. Las experiencias outdoor enriquecen la oferta turística y generan valor directo para la economía local", añade Michele Mezzanzanica, cofundador de Freedome.