Reservas online, pagos con tarjeta, wifi para teletrabajar o controlar la eficiencia energética ya no son exclusivos del entorno urbano. Y aunque la cobertura fija y móvil avanza en las zonas rurales, aún existen muchos puntos donde ni la fibra ni el 5G garantizan una conexión estable.
Es en estos espacios donde la conectividad por satélite ha ganado terreno, y empresas como Serenae están desplegando soluciones rápidas, limpias y de bajo impacto visual. "En estos alojamientos, el satélite no es un recurso opcional: es la única vía para garantizar una experiencia digital sin alterar el entorno", señala Rodrigo Ladrón de Guevara, CEO de la compañía.
Glampings y cabañas con wifi… en mitad del bosque
La conectividad satelital permite activar en pocas horas todos los servicios digitales necesarios: desde el check-in online hasta la atención al cliente o la gestión operativa del negocio. Sin necesidad de obras ni cableado, se trata de una solución especialmente adaptada a alojamientos que priorizan la integración paisajística.
"Los viajeros quieren desconectar, pero no del todo. Buscan naturaleza, sí, pero también estar conectados cuando lo necesitan. Y los alojamientos deben ofrecer esa posibilidad, incluso en lugares remotos", añade Ladrón de Guevara.
Conexión estable y segura: un requisito para operar
Más allá del confort del huésped, la conectividad es también esencial para el funcionamiento del negocio. En localizaciones alejadas de núcleos urbanos, la estabilidad de la red es clave para gestionar cobros, recibir reservas o actuar ante emergencias. Frente a modelos internacionales aún en fase de despliegue, la propuesta de Serenae se basa en tecnologías consolidadas y cobertura constante, diseñadas para operar en entornos exigentes sin interrupciones.