Cómo Borboleta ganó visibilidad en la ciudad y aumentó sus clientes en un 10 %
Lo tenía todo a su favor: un concepto fuerte, un equipo entregado y clientes leales. Pero, como muchos restaurantes independientes, necesitaba salir de su propia burbuja y atraer a los portuenses amantes de la gastronomía y que todavía no lo conocían.
Un reto especialmente difícil para quien escapa de la tradición local en una ciudad de gustos muy arraigados, y a la que los turistas van a la caza del bacalao y francesinhas. A Borboleta, como espacio innovador y contracorriente, le tocaba luchar contra expectativas culturales... y contra los algoritmos.
"Uno de nuestros mayores desafíos era la visibilidad", explica Iana Korzun, propietaria del restaurante. "Llegar a un público más amplio, especialmente a portuenses curiosos, parecía casi imposible".
Las vías habituales, como anuncios en Google e Instagram y publicaciones en redes sociales no generaban resultados, lo que llevó a Iana a probar con creadores de contenido gastronómicos e influencers locales. En ese punto, sin equipo de marketing, el problema era otro: buscar y gestionar esas colaboraciones sin descuidar el negocio.
Entonces descubrió Rippla.
Entran en escena los creadores de contenido locales (y sus 145.000 amigos más cercanos)
La idea de Rippla es sencilla: poner en contacto a restaurantes e influencers cuyos seguidores se ajustan a lo que el establecimiento ofrece. Sin inversión en publicidad, solo ofrece una comida de cortesía a cambio de contenido auténtico, de creadores con seguidores muy leales.
En el caso de Borboleta, el sistema de Rippla identificó a Fernando (@ja.comi.pior.e.a.pagar) — médico e influencer gastronómico local con 65.000 seguidores — como la combinación perfecta, por demografía y estilo de contenido. En vez de que Iana se pasara horas buscando a influencers y negociando con ellos las condiciones, Rippla gestionó todo el proceso: desde el primer contacto hasta el briefing. La audiencia de Fernando representaba exactamente el tipo de público curioso y amante de la buena comida y el vino que Iana persigue, y la colaboración requirió muy poco tiempo al equipo del restaurante.
El impacto fue inmediato. En pocos días, los clientes empezaron a llegar y a pedir los platos que habían visto en los vídeos. No los más vendidos, sino los de la publicación. Y, lo más importante, las caras eran diferentes: más portugueses locales, no solo turistas y expatriados.
Durante cinco meses, Rippla conectó a Borboleta con decenas de influencers locales, cada uno seleccionado según el público objetivo del restaurante. "Los resultados hablan por sí solos", dice Iana. "Después de cada colaboración, vemos clientes que vienen y piden exactamente los platos que vieron en redes". De hecho, uno de esos clientes, que descubrió Borboleta gracias a un influencer, llegó a reservar todo el restaurante para un evento privado.
Las cifras lo confirman: un crecimiento del 10 % en clientes locales y más de 1.000 euros ahorrados en costes de marketing con una sola colaboración. La notoriedad de la marca también creció notablemente: el alcance en Instagram aumentó en torno al 200 %, y los seguidores casi un 180 %, generando más visibilidad e interacción.
Cuando el marketing deja de ser una carga
Para Iana, el verdadero cambio no fue solo la visibilidad, sino convertir el marketing en algo manejable: "Lo que más valoro es lo fluido y estructurado que es el proceso", comenta. "Rippla te conecta con creadores que generan un impacto real: no solo seguidores, sino tráfico y reservas".
Es un contraste enorme con el enfoque clásico de muchos restaurantes independientes, que invierten en anuncios sin eficacia garantizada, publicando sin sentido y esperando resultados. "Ya no sentimos que estemos gritando al vacío”, dice Iana. “Hemos encontrado nuestra voz, y Rippla nos ha ayudado a amplificarla".
Por qué funciona el marketing de influencers basado en datos
La experiencia de Borboleta refleja un cambio más amplio en la forma en que la gente descubre nuevos restaurantes. El 77 % de las decisiones gastronómicas comienzan en redes sociales y el 69 % de los comensales confían más en las recomendaciones de influencers que en la publicidad tradicional.
Pero las colaboraciones aleatorias rara vez dan resultados. Lo que funciona es la precisión: datos de audiencia, coherencia de marca y una narrativa auténtica. No cualquier influencer, sino el influencer adecuado.
Como uno de los primeros usuarios de Rippla, Borboleta demostró que los restaurantes independientes no necesitan grandes presupuestos para competir. Solo necesitan las herramientas adecuadas para conectar con voces auténticas que lleguen a su cliente ideal.
Ocho meses y decenas de colaboraciones después, Rippla se ha convertido en una parte esencial de la estrategia de crecimiento de Borboleta. Cuando el marketing de influencers es segmentado y basado en datos, no solo genera seguidores. Llena mesas.