El anteproyecto de la nueva Ley Antitabaco, aprobado el 9 de septiembre por el Consejo de Ministros, ha provocado una ola de reacciones en bares y restaurantes. La medida más polémica es la prohibición de fumar y vapear en terrazas, que afecta de lleno a uno de los espacios más rentables de la hostelería.
Desde Hostelería de España, la principal organización empresarial del sector, se considera que la norma "puede tener un fuerte impacto negativo en el turismo y en el negocio", además de trasladar el consumo de tabaco a la vía pública y generar problemas de convivencia. La entidad advierte de que España se convertiría en "una excepción en Europa, donde apenas existen restricciones tan severas en espacios exteriores".
En el extremo opuesto, algunos hosteleros respaldan la medida. Sébastien Leparoux, de Brasserie Lafayette en Madrid, recuerda que en su restaurante nunca se ha permitido fumar en la terraza: "El humo perjudica tanto la experiencia gastronómica como las condiciones laborales".
Principales medidas de la nueva norma
El texto aprobado por el Gobierno supone la reforma más profunda de la Ley 28/2005 en casi veinte años. Entre sus principales novedades destacan:
- Prohibición de fumar y vapear en terrazas de hostelería, además de piscinas, marquesinas, campus universitarios, instalaciones deportivas y espacios culturales.
- Perímetro de protección de 15 metros alrededor de centros sanitarios, colegios y parques infantiles.
- Equiparación legal de cigarrillos electrónicos, bolsitas de nicotina y dispositivos de tabaco calentado al régimen del tabaco tradicional.
- Prohibición de los vapeadores de un solo uso, tanto por motivos de salud como medioambientales.
- Prohibición del consumo por menores de edad, sancionando directamente el acto de fumar o vapear y atribuyendo responsabilidad subsidiaria a los tutores.
- Régimen sancionador reforzado, con multas que van de 100 a 600 € en casos leves hasta 600.000 € en los más graves.
- Creación de un Observatorio para la Prevención del Tabaquismo.
Un debate abierto
El Ministerio de Sanidad justifica la reforma en el marco del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, con el objetivo de proteger a la población del humo pasivo y responder al auge de nuevos productos nicotínicos. Sociedades científicas y asociaciones de pacientes han celebrado el paso, al considerarlo alineado con la estrategia de la OMS.
La patronal hostelera, en cambio, alerta de una pérdida de competitividad frente a otros destinos europeos y pide que se busquen fórmulas de consenso, como espacios habilitados al aire libre o un calendario de transición. Mientras tanto, restaurantes que ya operan como espacios libres de humo, como Brasserie Lafayette o KŌ by 99 Sushi Bar, aseguran que la medida no solo no les perjudicará, sino que refuerza un modelo de experiencia más saludable y diferenciada.