A pesar de la inflación, el 80 % de los españoles tiene previsto viajar este verano, y un 66 % lo hará dentro de España, lo que consolida al turismo nacional como motor de recuperación y crecimiento. Además, el 47 % de los viajeros prefiere alojarse en hoteles, por encima de otras alternativas como apartamentos (29 %) o campings (9 %), lo que sitúa al sector hotelero como opción principal para unas vacaciones cómodas, confiables y con servicios incluidos.
Otro aspecto positivo para los negocios locales es que un creciente número de viajeros busca no solo relajarse, sino también disfrutar de gastronomía, eventos y experiencias conscientes, lo que abre oportunidades para restaurantes, bares, actividades culturales y turismo sostenible. De hecho, el 69 % de los encuestados se inclina por destinos menos masificados y el slow tourism, lo que favorece a establecimientos ubicados fuera de los circuitos más turísticos.
Por su parte, los viajes con todo incluido también ganan terreno: el 21 % de los encuestados afirma preferir este tipo de paquetes, lo que supone una oportunidad para hoteles y resorts que ofrezcan programas completos con alojamiento, comida, actividades y transporte.
Además, la digitalización del viaje, con la creciente adopción de inteligencia artificial para planificar, comparar precios y reservar seguros, pone sobre la mesa la necesidad de que los establecimientos adapten su oferta al entorno digital, facilitando la reserva online, la personalización y la sostenibilidad como ejes clave para atraer a un cliente cada vez más informado.
En definitiva, el aumento del presupuesto vacacional, junto con la fuerte preferencia por el turismo nacional, representa una gran oportunidad para hoteles y restaurantes españoles, que pueden capitalizar esta tendencia con propuestas innovadoras, sostenibles y adaptadas a las nuevas motivaciones del viajero.
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