Ofrecer una selección de almohadas ya no es un extra de lujo, sino una estrategia consolidada para mejorar la satisfacción del huésped y fortalecer su fidelidad. En un contexto donde la experiencia personalizada gana protagonismo, adaptar el descanso a las preferencias individuales se ha convertido en un valor diferencial para los hoteles.
Hay huéspedes que duermen con dos almohadas, otros con ninguna, algunos necesitan soporte cervical o buscan materiales hipoalergénicos. En definitiva,el descanso es una cuestión de preferencias personales. Félix Martí, director general de Resuinsa, confirma esta tendencia: "Cada vez más establecimientos incorporan cartas de almohadas con opciones viscoelásticas, cervicales, firmes, suaves o con distintos tipos de relleno. No se trata solo de variedad, sino de adaptarse realmente a las necesidades del cliente".
La personalización del descanso tiene efectos medibles
Según un estudio de la Cornell University, permitir al huésped elegir aspectos como la almohada puede aumentar su nivel de satisfacción hasta un 21 %, lo que repercute directamente en la probabilidad de repetir estancia y en la percepción global del servicio.
Además del impacto en la experiencia del cliente, una carta de almohadas bien implementada puede mejorar la eficiencia operativa del hotel. "Una buena selección, junto con una formación adecuada del personal de pisos, permite una gestión más ágil y ordenada del servicio", explica Martí. Eso sí, el exceso de opciones puede convertirse en un problema si no se acompaña de una orientación clara. Cuando se superan las 10 o 15 referencias, es recomendable incluir una guía sencilla que oriente al huésped en función de su postura habitual al dormir, sus necesidades de soporte o preferencias en cuanto a materiales, destaca el experto.
Gestión hotelera
Desde el punto de vista operativo, laimplantación de este servicio requiere planificación: selección de productos adecuados, logística de almacenaje, etiquetado higiénico y rotación eficiente del stock son aspectos clave para garantizar la viabilidad de esta personalización.
En un momento en que el lujo silencioso gana terreno frente a lo ostentoso, detalles como una almohada adecuada pueden convertirse en una ventaja competitiva. La posibilidad de elegir cómo dormir transforma un servicio básico en una experiencia memorable, que el huésped valora y recuerda.