Gracias a la IA, el equipo de Carmela Martí puede simular en tiempo real la interacción de tejidos con la luz, el entorno y el estilo del establecimiento, ya sea una habitación de hotel o un restaurante. Esto facilita a arquitectos, interioristas y propietarios tomar decisiones más acertadas desde las fases iniciales del proyecto.
“La IA no sustituye la creatividad, la potencia. Nos permite centrarnos en lo esencial: diseñar espacios con alma”, explican desde la compañía, que lleva más de 20 años emocionando a través del textil.
Entre sus aplicaciones, la IA analiza estilos predominantes, patrones de uso o la ubicación del establecimiento, generando propuestas únicas que reflejan la identidad del espacio. Para Carmela Martí, esta apuesta va más allá de la eficiencia: es una declaración de innovación, visión y personalización. "
"Creamos propuestas estéticamente potentes y funcionales para diseñar cada proyecto de la manera más personalizada posible siguiendo la identidad del espacio", destacan.
Con esta nueva herramienta, la decoración textil se convierte en una experiencia visual y emocional desde el primer clic, acercando al cliente al resultado final antes incluso de decir “lo quiero”.
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