Pagar en bares y restaurantes es un acto cotidiano para todos. En los últimos años hemos sido testigos de una digitalización acelerada en este terreno. La tecnología ha incorporado –y lo sigue haciendo– nuevos métodos de pago que hacen la vida mucho más sencilla tanto a los consumidores como a los hosteleros. Es lo que ha relegado al dinero en efectivo a una posición prácticamente testimonial, en un momento en el que la tarjeta, los móviles y los wallets digitales lo han reemplazado de una manera muy clara.
Esta evidencia se ha arrastrado a un sector hostelero cuya aportación para el PIB español está fuera de toda duda. En 2019, representó un 6,4; y, aunque en 2020 la cifra bajó al 5,5%, todo ha vuelto a la normalidad. De hecho, las actividades de restauración facturaron en 2022 un 25,8% más que en 2020, según el Ministerio de Trabajo. En el mundo digital de hoy, los españoles son cada vez más exigentes y demandan procesos de pago ágiles. No solo quieren pagar de una manera cómoda, sino que necesitan hacerlo de una forma rápida y segura.
¿Cómo van a pagar los españoles de ahora en adelante sus consumiciones?
Los usuarios se han abonado a los pagos digitales. Opciones como el Tap to Pay presentan una alternativa real a los datáfonos. Los códigos de cifrados de las aplicaciones de pago móviles pretenden garantizar la confidencialidad de los datos personales de los clientes. Esta tecnología reduce los costes para los negocios, son más cómodos al eliminar la necesidad de cargar con un datáfono de un lado a otro, incrementa las opciones de pago y proporciona una mayor seguridad.
Otro método que ha adquirido una gran popularidad en los últimos años es el pago por QR. Para ello, el restaurante emite su propio código para el cliente, éste lo escanea y aprueba el cobro, lo que le redirige a su tarjeta o cuenta bancaria. Es una variante segura, ágil y rentable.
Además, con el método denominado Pay by link, los comensales pueden abonar pagos de una manera simple a través de un enlace. Integrando esta solución, los restaurantes podrán incrementar las ventas sin tener que dedicar mucho tiempo o realizar inversiones financieras importantes.
La pandemia ha acelerado el proceso digitalizador
Si echamos la vista atrás, es evidente que la pandemia de la Covid-19 ha acelerado la adopción de soluciones tecnológicas, no sólo en la industria de la hostelería: la tendencia contactless ha impregnado multitud de sectores y en todos ellos los consumidores se han vuelto mucho más exigentes que antaño.
De cara a los próximos años, tecnologías como la Inteligencia Artificial llevarán a las empresas a mejorar sus sistemas o las decisiones de negocio que se deben tomar. Entre sus muchas ventajas, la IA permitirá mejorar la experiencia de usuario y la detección de fraudes potenciales. Sin embargo, en este nuevo mundo, aún existe cierta falta de ética y empatía en los bots, lo que pone de relieve que el uso de esta tecnología no es siempre el adecuado.
En línea con la seguridad, debemos tener en cuenta otra tecnología disruptiva: la biometría está marcando tendencia y parece destinada a ser nuestro futuro. La detección de rostros y de huellas dactilares han facilitado las cosas a los consumidores. Los pagos biométricos son seguros, eficaces y se pueden integrar en varios canales.
Por ello, las empresas deben poner el foco en ofrecer soluciones rápidas, eficientes y seguras para aumentar y asegurar su volumen de ventas. Tap to Pay, los pagos por link y los códigos QR están destinados a convertirse en verdaderas alternativas del futuro en el sector de la hostelería, tanto para mejorar la experiencia de los clientes como para optimizar la capacidad operativa de los restaurantes. El futuro es 100% digital.
