A pesar del contexto económico complejo, el informe destaca cómo el canal Horeca resiste y se adapta, impulsando el 6,7% del PIB nacional y generando 1,8 millones de empleos en 2024 (un 5,4% más que en 2023).
Entre los hábitos destacados, el consumo diurno lidera frente al nocturno, y momentos como el aperitivo o el “tardeo” ganan protagonismo, especialmente durante los fines de semana. Asimismo, crecen alternativas como el delivery y los platos preparados de supermercado, lo que abre nuevas oportunidades de colaboración entre la restauración y el retail.
La sostenibilidad también cobra protagonismo: el 43% de los consumidores valora iniciativas como la reducción del desperdicio, el uso de productos de proximidad y el comercio justo. La clave, según el estudio, está en la adaptación a las nuevas demandas del consumidor: más conciencia, más digitalización y más personalización.
Pese a estos datos positivos, el sector afronta retos estructurales. El 73% de las empresas consultadas identifica la pérdida de poder adquisitivo del cliente como el principal obstáculo para su crecimiento. A ello se suman la presión regulatoria —con medidas como la reducción de jornada o el Decreto de Envases— y la dificultad para encontrar talento cualificado.
Sin embargo, hay margen para el optimismo: el 36% de las empresas del canal se declara confiada de cara a 2025. Además, 9 de cada 10 compañías ya están implementando o valoran incorporar tecnologías para mejorar su eficiencia y competitividad.
Como afirmó Peio Arbeloa, presidente del Comité Horeca de AECOC, "el canal Horeca es estratégico para el desarrollo económico del país, no solo por su peso en el PIB y en el empleo, sino por su capacidad de adaptación ante los nuevos retos del consumidor y del entorno".
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