Con una ocupación media del 75% en julio del año pasado y más del 80% en zonas de sol y playa —según datos de STR y Cushman & Wakefield— el sector hotelero español afronta la temporada alta con la exigencia de operar con la máxima eficiencia. En este contexto, la tecnología RFID (Identificación por Radiofrecuencia) se posiciona como un recurso clave para optimizar los procesos operativos y responder a la alta demanda con mayor control y sostenibilidad.
La compañía IderoTech, especializada en soluciones RFID, destaca cómo esta tecnología puede marcar la diferencia en la gestión hotelera durante los meses de mayor ocupación.
Planificación más eficiente y mejor control de calidad
El RFID permite conocer en tiempo real el estado y localización de textiles (toallas, sábanas, manteles), mobiliario y otros equipamientos del hotel. Esta trazabilidad facilita una mejor planificación del stock, el ajuste a la demanda real y la personalización de servicios según las preferencias de los huéspedes.
Además, ofrece un control de calidad avanzado. Los establecimientos pueden saber cuántos ciclos de lavado ha recibido una prenda, cuándo debe ser sustituida o si cumple con los estándares de conservación adecuados. Esto contribuye a una gestión más sostenible, con mayor durabilidad del material y reducción del desperdicio.
Prevención de pérdidas y hurtos
Uno de los desafíos habituales del sector es la pérdida de equipamiento, especialmente textiles. Estudios como el de Passport-Photo Online revelan que 9 de cada 10 personas ha robado alguna vez en un hotel. Gracias al etiquetado único del RFID, es posible detectar de inmediato qué artículos no regresan de lavandería o han desaparecido, lo que permite cuantificar el impacto económico y tomar medidas para evitarlo.
Ahorro de costes y eficiencia operativa
Según McKinsey, el uso de tecnología RFID en el sector puede reducir entre un 10% y un 15% las horas de trabajo dedicadas al inventario, además de aumentar un 25% la precisión del control de existencias. Esto se traduce en una liberación de tareas repetitivas para el personal, que puede centrarse en mejorar la experiencia del cliente. También permite prever mejor los gastos de la temporada, anticipar el desgaste de materiales y hacer compras más ajustadas a la demanda real.
Como destaca Maribel Payán Sutil, directora ejecutiva de IderoTech: "Gracias a los datos que aporta el RFID sobre los productos y los hábitos de los visitantes, es posible ajustar mejor la adquisición de equipamiento a la demanda del momento, evitar excedentes, anticiparse a posibles pérdidas y, en definitiva, reducir significativamente los costes operativos".