Contar con una cafetera Lavazza profesional permite optimizar al máximo el volumen de producción sin comprometer la calidad en taza. Este tipo de máquinas están pensadas para funcionar muchas horas al día, manteniendo una temperatura y presión constantes, con una fiabilidad que permite a los negocios centrarse en lo esencial: servir y vender.
Pero vamos al punto: ¿cuántos cafés puedes realmente vender con una cafetera profesional? La respuesta depende de varios factores, desde el tipo de máquina hasta la gestión del flujo de trabajo. En este artículo vamos a desglosar todo lo que necesitas saber para estimar el volumen de servicio diario y mensual que puedes alcanzar.
Capacidad operativa: el corazón del rendimiento
Una cafetera profesional de calidad está diseñada para soportar un alto ritmo de trabajo sin pérdida de consistencia. Por lo general, estas máquinas cuentan con uno, dos o tres grupos, lo que determina cuántas extracciones puedes hacer de forma simultánea. A mayor número de grupos, más cafés por hora, pero también se necesita más espacio, más personal capacitado y una rotación de clientes suficiente que justifique esa inversión.
En condiciones normales, una máquina de un solo grupo puede extraer entre 50 y 80 cafés por hora. Una de dos grupos, operada por un barista con experiencia, puede alcanzar tranquilamente las 120 a 140 tazas por hora. Si el negocio dispone de una máquina de tres grupos y un equipo de dos o tres personas, se puede superar la barrera de los 200 cafés por hora, especialmente en momentos de alta demanda como el desayuno o el mediodía.
No obstante, es importante tener en cuenta que la capacidad técnica no equivale al número real de cafés vendidos. Factores como el flujo de clientes, el tiempo de espera aceptable, la oferta complementaria y el tipo de bebidas que se sirven influyen de forma directa en el volumen real de producción.
Un día típico de servicio: ¿cuántas tazas se pueden sacar?
Imaginemos un escenario de cafetería media con una cafetera profesional de dos grupos, operando en un horario de 8 horas diarias. Si se mantienen periodos de actividad alta durante las mañanas, algo de actividad a mediodía y una tarde más tranquila, podríamos considerar una media de productividad del 60% de la capacidad máxima.
Tomando un ritmo moderado de 120 cafés por hora como referencia técnica, y aplicando ese 60%, tendríamos:
120 cafés por hora × 8 horas = 960 cafés teóricos
960 cafés × 60% de rendimiento real = 576 cafés servidos por día
Este número puede variar dependiendo del ticket medio, la estacionalidad y la dinámica del local, pero sirve como base realista para hacer un análisis financiero inicial.
Ingresos estimados por día, mes y año
Si el precio promedio de venta de un café espresso en un entorno urbano se sitúa en torno a los 2,20 euros, los ingresos diarios estimados serían:
576 cafés × 2,20 € = 1.267,20 € por día
En un mes laboral estándar de 26 días hábiles, estaríamos hablando de:
1.267,20 € × 26 días = 32.947,20 € al mes
Y proyectado anualmente:
32.947,20 € × 12 meses = 395.366,40 € al año
Esto solo en café. Si tu carta incluye opciones con leche (cappuccinos, lattes, macchiatos), bebidas frías, complementos dulces o snacks, el ticket medio puede subir entre un 20 y 40%, lo que dispara aún más el potencial de facturación.
Costes por taza y margen de beneficio
Naturalmente, no todo lo que se factura es ganancia. Hay costes asociados a cada taza, que incluyen el café en grano, el agua, la electricidad, la amortización del equipo y, por supuesto, el coste del personal. Hagamos una estimación sencilla del coste unitario de un espresso:
- Café (dosis simple): entre 0,15 € y 0,25 €
- Agua y electricidad: 0,02 €
- Vaso desechable o porcelana, servilleta: 0,05 €
- Amortización de la máquina por taza: 0,02 €
- Otros (mantenimiento, limpieza, etc.): 0,01 €
Esto nos da un coste directo de entre 0,25 € y 0,35 € por espresso. Si se vende a 2,20 €, el margen bruto por taza estaría alrededor de 1,85 €.
En otras palabras, el margen de beneficio puede superar el 500% por taza, lo cual convierte al espresso en uno de los productos más rentables dentro del sector horeca.
Variables que influyen en la cantidad de cafés vendidos
Aunque los cálculos anteriores son útiles como referencia, el rendimiento real depende de múltiples factores.
En primer lugar, la ubicación del negocio es decisiva. Un local bien situado en una zona de alto tránsito (centros de ciudad, zonas de oficinas, estaciones o universidades) tiene más posibilidades de alcanzar altos volúmenes de venta diaria que uno ubicado en una calle secundaria o residencial.
En segundo lugar, el diseño del servicio también influye. No es lo mismo un modelo de autoservicio ágil que un local donde se elaboran bebidas complejas y personalizadas. Si el flujo de clientes se ralentiza, disminuye el número de tazas servidas por hora.
Por último, el factor humano es clave. Un equipo de baristas bien entrenado, con experiencia en el uso de una cafetera profesional, puede operar con mucha más eficiencia que personal sin formación. Una buena máquina con un mal operador no rinde.
Más allá del café: optimizar el modelo de negocio
Una vez que tienes clara la capacidad productiva y los márgenes por taza, el siguiente paso es integrar esta información dentro de un modelo de negocio más amplio. Muchos negocios que sirven café de forma profesional no viven solo del espresso. Ofrecen repostería, bocadillos, desayunos, bebidas alternativas y productos de temporada.
Cada café servido es una oportunidad para aumentar el ticket medio. Incluir una oferta adicional bien estructurada puede multiplicar los ingresos por cliente, especialmente si se trabaja bien la venta sugerida o se diseñan combos atractivos.
Además, una buena cafetera no solo sirve para ganar dinero: también mejora la percepción de la marca, genera confianza en el cliente y permite trabajar con cafés de más calidad. Esto, a su vez, crea fidelidad, diferenciación y permite incluso subir precios sin perder clientela.
Conclusión
Una cafetera profesional no es un gasto, es una herramienta de alto impacto en tu cuenta de resultados. Con una máquina bien seleccionada, bien operada y ubicada en un entorno favorable, puedes servir fácilmente entre 500 y 600 cafés por día. Esto equivale a ingresos mensuales que superan los 30.000 euros solo en café, con márgenes por unidad muy superiores a otros productos del sector.
Si además trabajas con proveedores reconocidos, como Lavazza, y eliges una cafetera profesional diseñada para soportar el ritmo de trabajo real de tu negocio, no solo estás asegurando calidad, sino que estás apostando por eficiencia y escalabilidad.
La rentabilidad del café no está solo en el producto. Está en cómo lo sirves, cuántas tazas vendes y qué máquina te respalda en cada paso del proceso.