HAY MOVIMIENTO EN LAS SALAS, HAY EVOLUCIÓN

Todavía con la resaca de Alimentaria presente, uno de los primeros salones del año, testigo del entusiasmo del sector y el despertar del consumo, comienza un nuevo trimestre esperanzador. Por lo que respecta al alojamiento, los propietarios de las grandes cadenas ya han anunciado que la cosa pinta mejor de lo esperado: más turismo, nacional e internacional; noches ocupadas y un mejor perfil del visitante. Si bien Exceltur, el INE y las principales consultoras que analizan el sector apuntan a que el gasto todavía se resiste, lo cierto es que el aumento de las visitas está viniendo bien. Según la OCU, la media ha subido a los 168 euros invertidos en bares y restaurantes; y es el segmento de café y espirituosos el que mejor apunta.

Tras diez años de caídas, las ventas de este último tipo de bebidas crecieron un 4% en 2015, concentradas mayoritariamente en la hostelería, donde representan un 60% del total. Por su parte, la facturación por venta de café aumentó de un 0,9% respecto al año anterior, hasta 555 millones de euros (36,6% del mercado total), según un informe publicado por el Observatorio Sectorial DBK. Esta positiva evolución es el reflejo real de que algo se está haciendo bien. No hay más que hojear el especial de bares y cafeterías de este número para observar que el sector ha sabido adecuarse a la demanda, con productos más sofisticados, exclusivos y de calidad evidente, lo que a su vez redunda en una mayor cultura de lo que se sirve, cómo se prepara y la forma de hacerlo de manera especial para el cliente.